Wednesday, July 27, 2005

Stress y vida cotidiana



Viendo esta foto (gentileza de Carlitos Vera cuando padecío más de lo necesario en Derecho Civil I) y recordando las sensaciones propias de aquellos momentos tan tensos, los cuales explican de gran manera el porqué nuestra carrera es la única que cuenta con un psicólogo para atender nuestras chifladuras y demaces distorciones de la realidad, todo ello producto del stress leguleyo, es que me vino a la memoria una ocasión en que escuchando a un profesor de la Escuela, Don Jorge Montecinos A., decía que la mejor formación que estabamos recibiendo es aquella que dice relación con el manejo del nerviosismo que logramos al momento de rendir los exámenes finales, ya que después, en la praxis cotidiana de un abogado, tal sensación sería consustancial, tornándose insoslayable para nosotros.

Como dirían algunos, aquellas palabras fueron "quemantes declaraciones", a más de alguno les caerán como un balde de agua fría, ya que no faltarán aquellos (yo me incluiría si no las hubiese escuchado dado que así pensaba tiempo atrás) que este stress es y sería excepcional en el futuro, como me dijo un iluso amigo de varios cursos inferiores. Pero en fin, este no es un gran hallazgo ni una condena a muerte, por cuanto me decía otro profesor que la gracia de este cuento (profesión) es el hecho de estar siempre alerta, con la adrenalina a mil, con un motivo por el cual haya que levantarse en la mañana y vencer de esa manera el paso inexorable del tiempo que cada día nos consume y nos acerca segundo tras segundo al final del camino natural.

Yo, sinceramente le encontre bastante razón a aquel señor (de bastantes más años que yo). por cuanto, si, tiene razón en lo que afirma y me previene para el futuro, pero creo que tampoco hay que exagerar; mi leit motiv, espero, no será vencer el paso del tiempo por cuanto ante tal adversario la carrera está más que perdida, sino que más bien acercarme lo más que pueda a alcanzar mis utopías personales, las cuales si me alientan y me motivan a seguir intensamente (y me sacan de las terroríficas sábanas que me envuelven despiadadamente por la mañana), sabiendo claramente que siendo ese mi norte el stress será como dicen los coños sólo pamplinas.

Saturday, July 23, 2005

Seriedad Política


(Publicado en "Diario El Sur", jueves 28 de Julio de 2005)
Es ya costumbre en nuestro país que, ante fenómenos totalmente coyunturales, surgen indefectiblemente propuestas, de parte de los distintos actores del quehacer político nacional, en orden a que ante tales sucesos la única respuesta viable es la dictación de normas de carácter jurídico, las cuales vendrán, de una manera casi mesiánica o milagrosa a dar solución a la cuestión suscitada. Vemos además, con una gran dosis de estupor ciudadano, que dicho debate se circunscribe exclusivamente, en la mayoría de los casos, a paliar el problema de no más de una decena de personas afectadas por tal hecho, lo que implica darle premura a la tramitación de proyectos beneficiosos para algunos en desmedro de aquellos que comprenden soluciones concretas a las aflicciones de la inmensa mayoría de chilenos, que cada día vuelven a ser postergados por la negligencia e irresponsabilidad de los inspiradores mediatos de las “Leyes Solución”.

Uno de los cimientos del Derecho, viene dado en que la norma jurídica es la expresión nítida de aquello que el soberano, sea el pueblo o los nacionales de un determinado Estado, según la teoría que se siga al respecto, estime como necesario e indispensable de regular bajo el imperio de una ley, produciéndose ésto luego de una constatación racional y sería de la realidad y de una discusión previa en la que sean partícipes los distintos actores sociales involucrados en dichos fenómenos; fenómenos los cuales deben ser de una trascendencia e importancia mayúsculos para la sociedad toda, dado que su marco regulatorio y sus efectos inmediatos serán oponibles a toda ella y afectará, muchas veces, a grupos de personas que ni siquiera motivaron su implementación por parte del Poder Legislativo. Se enseña además que el ordenamiento jurídico reviste la característica de ser general, entendiendo por tal que debe tenderse por parte de éste a regular fenómenos o situaciones no de implicancia particular sino que aquellos que afecten o comprendan a todos los miembros del colectivo social de un país.

Así las cosas y de acuerdo a lo apuntado ut supra, en nuestro país gobierna, en el ámbito político - legislativo, casi sin contrapeso, la premisa de que “lo urgente prima por sobre lo importante”, y que dicha expresión tiene como consorte favorita a la improvisación por sobre la seriedad de una función trascendental, la cual es desnaturalizada gravemente por sus detentores y ejecutores que, haciendo caso a intereses mezquinos y a corto plazo, vulneran su esencia, cual es ser la voz de sus representados ante el parlamento y expresar ante dicha instancia las reales necesidades de la población y no de un grupo determinado y muchas veces minoritario.