Monday, October 03, 2005

Derecho y Sociedad

Últimamente he estado bastante interesado con una serie de críticas que se le han hecho al nuevo sistema de enjuciamiento penal, específicamente en la Región Metropolitana, desde su entrada en vigencia. Se le formulan reparos, generalmente, por el hecho de ser extremadamente garantista respecto del imputado por la comisión de un crimen o simple delito, de que los jueces de garantía son "blandos" con estos sujetos, de que la policía es ineficiente con aquellos individuos que todo el barrio reconoce como delincuentes, los cuales en algunos casos hasta se vanaglorian de tal condición, en fin da la sensación de que la sociedad se encuentra defraudada por la panacea que se le vendió.
Dándomelas de ratón de biblioteca en mi Escuela, busqué afanosamente alguna experiencia a nivel de derecho comparado referente a lo que sucede en nuestro país, este cambio radical en la forma de hacer justicia en lo criminal, sin embargo como si uno de los miles de corolarios de la Ley de Murphy adquiriese forma y se me presentara, no encontré lo que buscaba, de los miles de libros que habían ninguno me daba la respuesta. Pero, pese a lo anterior, en mis lecturas de búsqueda me perseguían conceptos que, en parte, me sirvieron para concluir ciertas cosas, conceptos que hablan de que el Derecho es un instrumento, creación del hombre, para regular su propia conducta, que por lo mismo (ser una creación del hombre) puede ser orientado para satisfacer necesidades colectivas, las cuales deben obedecer estrictamente a lo que la "colectividad" anhele, eso si con respeto pleno a los derechos fundamentales de las personas, que son inherentes a su condición de tal.
También vinieron a mi ya desconcertada mente algunos principios constitucionales contenidos en nuestra Carta Fundamental, como el hecho de que el Estado está al servicio de la persona humana, que sus órganos deben propender, con su accionar, a alcanzar el bien común tan deseado por todos nosotros, en fin a que todo el actuar de la orgánica institucional de país (Congreso, Poder Judicial, Ejecutivo), tenga como único norte el bienestar general de la nación.
En ese orden de ideas, me resulta totalmente repugnante y contrario a lo anteriormente expuesto, que se implemente una reforma procesal penal, que si bien era necesaria de llevar a cabo por lo arbitrario del sistema inquisitivo anterior, que haga caso omiso a lo que realmente la sociedad ansía para sí, se trata entonces de una legislación procesal penal que es perfecta únicamente a nivel académico y teórico, ya que en la práctica la gente observa impávida como delincuentes confesos son dejados en libertad por jueces que no asumen su rol social como tales, que aplican el Derecho con total desvinculación de lo que sucede afuera de la sala de audiencias, que no se dan cuenta que nosotros no necesitamos sentencias magnas llenas de racionamientos jurídicos de elite sino que, como función del Estado, permita y de lugar a la paz social mediante la protección a las víctimas y el castigo a los delincuentes.
A estas alturas paciente lector advertirás que estoy bastante ofuscado con tal realidad, que la gente común y corriente como uno, esa gente que es asaltada, es robada o hurtada queda en la más completa indefensión; me da la impresión que es mucho más políticamente correcto amparar delincuentes que proteger a las víctimas...ME ENOJE TAMBIEN!!!

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